lunes, 15 de junio de 2009

La casa muerta.

Para los amantes (como un servidor) de los poemas largos, La casa muerta del gran poeta griego Yannis Ritsos (Ed. Acantilado). Se trata de un monólogo dramático de una mujer loca, la menor de dos hermanas supervivientes de una gran familia, que recuerda la casa donde vivió y la supone trasladada a la antigua Tebas o, más bien a Argos. La escenogfrafía por alguna razón me recuerda a otro gran poeta sueco (en este caso visual): Ingmar Bergman. Va un fragmento que en este caso no define la totalidad pero da una idea. Traducción de Selma Ancira.


Y a veces, al alba, cuando el basurero pasa
por el arrabal vecino
su lejana campana resuena en todos los recipientes
de vidrio o de metal,
en el hierro de las camas, en los retratos
de los ancestros,
en los botoncitos del disfraz de Pierrot que alguna
vez se puso nuestro hermano menor
una hermosa noche de carnaval - y cuando
volvimos a casa nos asustamos,
nos ladraron unos perros, mi vestido se enganchó
en la cerca,
corrí para alcanzar a los demás; la luna apretó
su rostro
tanto contra el mío - no podía dar un paso
y los otros me gritaban desde detrás
de los árboles
y en otro lugar se oían los abalorios
de los disfrazados
y los flecos de vidrio de los astros en lontananza
más allá del misterioso mar de Mirtos,
y cuando por fin llegué todos me miraron
con estupor
porque mi rostro brillaba de polvo dorado
como aquél con el que chaparon las viejas arañas
del comedor
o los espejos de los salones con sus consolas
tan elegantes y tan bien talladas-

2 comentarios:

rubén m. dijo...

Yannis Ritsos es una de mis asignaturas pendientes, tu comentario y el fragmento me incitan a entrar en él, gracias.

Bergman... sí que podía ser un poeta de la imagen. Precisamente he utilizado un fotograma de "Persona" para mi última entrada en el blog, es una imagen que me fascina.

abrazos

Miguel Angel Gara dijo...

Gracias a ti Rubén por entrar y por tu blog que abre muchas puertas. Sí, si quieres empezar con Ritsos este libro es un monólogo dramático de los que hacen afición. Y no es demasiado largo. No vayamos a asustar a los enemigos de los "tochos"
Por cierto, muy bueno tu post-poema con las incorporaciones de Blanchot. Tienes una mano muy buena para las intersecciones. Y Bergman viene que ni pintado para eso.
Un abrazo