Poema del maestro Herberto Helder (Traducción de José Luis Puerto)
en la confusión de la carne.
Sube aún sin palabras, sólo ferocidad y deleite,
tal vez como sangre
o sombra de sangre por los canales del ser.
Fuera existe el mundo. Fuera, la espléndida violencia
o los granos de uva donde nacen
las raíces minúsculas del sol.
Fuera, los cuerpos genuinos e inalterables
de nuestro amor,
ríos, la gran paz exterior de las cosas
hojas durmiendo el silencio
-la hora teatral de la posesión.
Y el poema crece tomando todo en su regazo.
Y ya ningún poder destruye el poema.
Insostenible, único,
invade las casas tendidas en las noches
y las luces y las tinieblas en torno a la mesa
y la fuerza sostenida de las cosas
y la redonda y libre armonía del mundo.
-Abajo el instrumento perplejo ignora
la espina del misterio.
- Y el poema se hace contra la carne y el tiempo.
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