lunes, 8 de febrero de 2010

Dinero y poesía

Decía Wallace Stevens que el dinero es una clase de poesía. Esta es una afirmación que podría escandalizar a algunas almas puras si no fuera porque Stevens sabía algo tanto de lo uno como de lo otro. Lo de la lírica creo que se explica por sí sólo en uno de los mejores poetas norteamericanos del siglo XX (para mí el mejor) y respecto a la pasta... el viejo Wallace trabajó toda su vida como alto ejecutivo de varias agencias de seguros finalizando su carrera en la Hartford Accident and Indemnity Company, donde desempeñó el cargo de subdirector. Dada la neurótica obsesión por aglutinar el dinero ajeno que tienen urbi et orbi las entidades finacieras y las empresas aseguradoras (especialmente las estadounidenses) supongo que el tener que lidiar con grandes sumas no le sería cosa completamente ajena. Y a fuer de ser sinceros, el hombre tenía claramente menos aspecto de vate que de banquero hemorroidal.
La cosa viene a cuento porque últimamente ando leyendo noticias y análisis económicos con cierta fruición. No son pocas las voces (Niño Becerra, Roubini, Marc Vidal etc.) que aún claman que algo grave puede pasar en la economía (en este país de hecho, ya está pasando). Es pasmosa al respecto la distorsión y omisión de los medios oficiales sobre las noticias significativas y reales del mundo económico. En eso, como en tantas otras cosas, desde Internet se encuentra información que si no totalmente contrastada, al menos sí proviene de analistas independientes, que no es poco. Por eso, aunque parezca que no tiene nada que ver con el propósito de este blog, he querido poner una entrada sobre lo retorcidas que pueden ser las finanzas. El texto, extraído de un foro relativo a estos temas y firmado por un tal Luisito, da cuenta de la noticia de las ganancias y previsiones del banco BBVA declaradas recientemente por su presidente. Es un poco largo pero creo que merece la pena, y la sensación que queda flotando tras la lectura es de haber asistido a algo tan incomprensible como esclarecedor (¿como algunos poemas?) . En este caso, eso sí, la belleza brilla un poco más por su ausencia.


El banco (BBVA) hace un cómputo propio en el que dice que "sin singulares" (que cifra en una pérdida de 395 millones después de impuestos en 2008 y de 1.050 millones en 2009), las ganancias se sitúan en 5.260 millones de euros, un 2,8% menos que en 2008. El banco, no obstante, no cita en esos singulares las plusvalías de 225 millones de euros que logró por la recompra de deuda. Sí incluye, en cambio, numerosos saneamientos crediticios realizados tras un detallado análisis de "las carteras más problemáticas" del grupo.

Hay varias cosas interesantes en todo este relato de literatura fantástica.
Lo primero es que los directivos de los bancos y de otras muchas corporaciones mantienen una relación amor odio hacia los "singulares", que son fuertes ingresos o fuertes cargas que ocurren una sola vez de manera singular.

Durante las épocas felices siempre incluyen en los resultados los "singulares" que suelen ser ingentes plusvalías completamente imaginarias provinientes de algún pelotazo suelto. en los años malos, en cambio, tienden a explicarnos lo bien que habría ido el negocio si no fuera porque ha ido muy mal. si suprimimos los singulares, o sea las pérdidas, habría sido un buen año.
El presidente del bbva consigue refinar aún más esta estrategia de comunicación y es que cuando calcula cuáles habrían sido los resultados sin "los singulares", al suprimir los singulares solo suprime las "pérdidas singulares" pero curiosamente incluye en esos "resultados sin singulares" las "plusvalías singulares".

Una de estas ha sido la "plusvalía" de 225 millones obtenida en la recompra de la deuda, de su propia deuda ¿cómo funciona esta prodigio de la alquimia financiera?
Un hipotecado que deba 100.000, si hace una amortización anticipada de 15.000 terminará debiendo 85.000. hace un pago de 15.000 a su acreedor lo que hace que su deuda se reduzca en 15.000 pero no obtiene una "plusvalía" de esto. para obtener una plusvalía cuando uno cancela parte de su deuda hay que ser banquero.
Pongamos que un banco emite 1 millón de bonos a 10 años con un valor nominal de 1000 euros cada bono, un cupón anual de 50 euros y que los inversores los compran por su valor nominal (1000).

El banco obtiene 1000 millones de esta emisión de deuda, tendrá que pagar 50 millones anuales a los propietarios de los bonos en cupones (esto es un interés del 5% que el banco paga por su deuda) y estará obligado a devolver 1000 millones cuando pasen 10 años. los propietarios de esos bonos, que han prestado en total 1000 millones al banco, obtienen un interés del 5% al año por el dinero que han prestado y recuperan ese dinero en 10 años.
Un simple préstamo a tipo fijo del 5% y 10 años de plazo. (todo el crédito se amortiza al final y no progresivamente como en los créditos corrientes para compra de vivienda)
Una vez realizada esta emisión y hasta que pasen esos 10 años, estos bonos pasan de las manos de un inversor en renta fija a las manos de otro inversor a unos precios que van variando según varios factores, el principal de ellos el tipo de interés. estos bonos por Los que el mercado pagó al principio 1000 euros podrían subir hasta 1050 euros si los inversores los consideran más atractivos, por ejemplo porque el 5% de interés que pagan sea más apetecible si los tipos pagan desde el 4% al 2%.

Como estos bonos se negocian en un mercado abierto, cualquier inversor puede comprarlos aunque no desee una inversión a 10 años. simplemente, podría comprarlos cobrar los cupones 3 años y luego venderlos.
Como cualquiera que pague el precio de mercado puede comprar estos bonos, el banco que los ha emitido también puede y de esta forma puede amortizar anticipadamente parte de su deuda en circulación.
La emisión de este ejemplo tenía un valor nominal de 1000 millones (1 millón de bonos a 1000 euros cada uno), lo que obliga al banco a devolver 1000 millones cuando los bonos maduren. el propietario de cada bono tiene derecho a recibir 1000 euros el día que venza ese bono.
Si el banco que los emitió compra en el mercado de renta fija 200.000 bonos del millón que se emitieron, reducirá su deuda desde 1000 millones hasta 800 (porque hay propietarios de derechos de cobro por valor de 200 millones que venden al banco emisor (y renuncian) a esos derechos)

El banco pagando 200 millones a los bonistas cancela 200 millones de su deuda, lo mismo que hace un hipotecado. esto es lo que se llama recompra de deuda pero ¿y la plusvalía?
Supongamos, por suponer algo, que los bonos que fueron comprados en un principio por 1000 euros bajan de precio en el mercado hasta valer solo 800 euros debido a que muchos de sus propietarios desean deshacerse de ellos. en este caso si el banco emisor desea cancelar el 20% de su deuda de 1000 millones tendrá, como antes, que comprar el 20% de los bonos circulantes: 200.000 bonos. sin embargo debido al precio de ganga de esos bonos, comprar en mercado esos 200.000 bonos ya no le cuesta 200 millones sino que puede comprarlos por 160 millones (un 20% más baratos ya que el precio de esos bonos ha caído un 20%).
De esta manera, pagando en mercado 160 millones el banco reduce su deuda 200 millones, lo que da lugar a una "plusvalía" de 40 millones.

La cuestión aquí es: ¿por qué habría bajado el precio de esos bonos desde 1000 hasta 800? pues porque el mercado ve con preocupación la pérdida de solvencia del emisor, a los inversores les preocupa que llegada la fecha de vencimiento el emisor de la deuda no pueda amortizarla y ellos no puedan recuperar su dinero.

Así de fascinante es la alquimia financiera en estos días: para un banco, el deterioro su propia solvencia es motivo de alegría ya que da lugar a jugosas "plusvalías singulares" que a pesar de ser singulares, y debido a que son "plusvalías" curiosamente se incluyen en los resultados "sin singulares".

La parte más fascinante de todo este artículo, que nos muestra qué tipo de cosas pasan hoy en día en el mundo real, es el título: el mercado castiga al bbva.

Es sumamente sorprendente que los inversores castiguen a un banco que ha publicado unos resultados como estos porque el reconocer problemas y afrontar pérdidas es algo que demuestra que conserva algún vestigio de credibilidad. el que los inversores castiguen a este banco por considerar que está en peores condiciones que los otros bancos españoles demuestra que esos inversores y los analistas que les asesoran viven en el mundo de nunca jamás y que se tragan los informes de resultados de esos otros bancos, todos los cuales han tenido "singulares" incomparablemente más catastróficos que el bbva y que además han tenido la desfachatez de declarar beneficios durante 2008.

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