martes, 4 de diciembre de 2007

Poema en ello.






Pongo un fragmento de un nuevo poema en el que estoy. Veremos qué palpo con estas luces.






Negra cal, tu tristeza hermano funda imperios; lunes ágiles, domingos de obsidiana.

En la cosquilla de la tarde la amplitud de miel y salvia que fue un valle abismado, un horizonte de granito.

Tras el cristal de piel asistías aterido a su presencia como ante una ceremonia de pan y de rubíes.

La escuché cantar en mí, hermano. Amanecía la oscuridad. Y brillaba.

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